Venezuela. Gladys Mendía. “Primer peldaño. Barahúnda”

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PRIMER PELDAÑO

 

BARAHÚNDA

 

esto no puede comenzar así

las palabras son hielos

que ruedan por el suelo

antes de ser charco

aguas turbias invaden los pasillos

el incendio en sonoro parpadeo

muestra el doble reflejo

no les puedo decir lo que pasa

tal vez si las abrazo

si llevo  sus  oídos  a mi pecho

 

alguien llama

no abran

no espero a nadie

el viento helado

de los charcos asesina

miren cómo estamos

con el agua hasta las rodillas

qué haremos con tanta agua

cuiden sus oídos de esos charcos de miedo

 

estaba tejiendo

y se perdieron mis hilos

cuando entraron

las primeras gotas al castillo

les conté sobre las aguas turbias

que cuando entran no salen

antes fue en el sueño

por eso dije que cerraran la puerta

miraba por encima del hombro hacia atrás

unas luces querían ahogar mis ojos

ahora mis vestidos y zapatos mojados

en el castillo donde todos entran

 

los murciélagos cuelgan del techo

¿escuchan ese sonido?

es como en el sueño

hermanitas

saquen las gotas que me confunden los charcos

 

camino dormida por los pasillos

subo escalón tras escalón

metálicos murciélagos cuelgan

por qué no sacan la pestilencia del castillo

mis hilos

ahora los recuerdo

estaba tejiendo a la hora de las gotas

unos abrigos para el verano

 

mis manos

dónde dejé mis manos

 

hay tiempos donde se vive el mar

como un sueño recurrente

no sé si deba contarlo

ay hijitas

el mar se lleva mis manos

cada dedo en la boca

de un pez moribundo

 

dijeron que estamos en el castillo de gotas

sobre los reflejos del incendio

el castillo doble reflejo

sin patio y sin perro en medio de la autopista

 

quién llama a la puerta

no quiero  abrir

les dije que no estoy

el incendio deja su huella en los charcos

el doble reflejo intenta cantar

toda esta barahúnda

 

hijitas

los vecinos están de fiesta

se escuchan sus canciones alegres

se escuchan sus pasos de baile

¿les dije que me gusta bailar?

ahora lo recuerdo

eso del sueño recurrente

todo empezaba en la orilla

viendo las olas

una grande venía hacia mí

corría y miraba hacia atrás

la mano del mar me perseguía

todas las noches lo mismo

el sudor helado de la huida

 

siento un mordisqueo en los talones

con las aguas turbias siempre llegan los peces raros

hoy es viernes

comeremos pescado

 

hijitas

por qué no creo

por qué los brazos caídos

por qué la ausencia de voz

 

desde el primer piso

se ven  las escaleras  de arena

no hay pasamanos

no hay  extinguidor

hijitas

quería decirles que siempre se sube

con la boca seca

y el agua hasta las rodillas

 

ruedo por el piso en vueltas de canela

conozco bien cada astilla hundiéndose en la espalda

quisiera encontrar el silencio

quisiera

pero no sé

 

las escaleras sólo existen para subir

con la lengua volteada intento correr

pero no logro avanzar

y todo por la prisa

 

desde aquí puedo ver las puertas

dejamos una abierta

todo está lleno de polvo

todo luce desgastado

hermanitas

quería decirles que si subo un escalón

ustedes suben conmigo

 

duele el destierro

me duele tanto como lo amo

duelen los charcos que desconozco

no sé si quiera explicarlo más tarde

 

puedo pasar siglos en un escalón

¿sabían?

 

 

hermanas

por debajo de la puerta sale un reflejo  luminoso

no sé si es agua o fuego

todo depende de la mano que lo toca

 

ya escribimos la cordillera

pero no es suficiente

hermanas

los charcos se me caen de las manos

 

veo hojas de  árboles como gotas

las veo bajar del cielo sonando río

y son puñales livianos como plumas

 

estaba pensando en el tiempo de los charcos

es un tiempo muy quieto

parecido al de las rocas

 

estaba pensando

hermanitas

en la nieve

los cristales estallando

nosotras cayendo como rosas de hielo

sobre los charcos

 

hay tantos cuartos como latidos

hay tantas ventanas como espejos

el viento se enfurece con las cortinas

los portarretratos

las figuras del armario y caen

caen porque todo cae

finalmente

 

hay un brillo adentro

hermanas

hay un brillo sin charcos

que no se parece a nada

 

 

________

 

 

Gladys Mendía (Venezuela, 1975) Estudiante de Licenciatura en Letras. Traductora del portugués al castellano. Actualmente reside en Santiago de Chile. Fue becaria de la Fundación Neruda en el año 2003. Ha publicado en diversas revistas literarias, así como también en diversas antologías en Latinoamérica y Europa. Sus libros: El tiempo es la herida que gotea, Paracaídas Editores, Perú, 2009, El alcohol de los estados intermedios, Editorial El Perro y la Rana y Nadie Nos Edita Editores, Venezuela, 2009, teniendo una segunda edición en 2010 por la Fundación Editorial Fundarte, Venezuela,  La silenciosa desesperación del sueño, Paracaídas Editores, Perú, 2010 y La Grita, Editorial Homo Scriptum, México y El Barco Ebrio, Estados Unidos, 2011. Sus libros han sido traducidos al catalán, sueco, inglés, portugués y francés. Es corresponsal del Magazine Páginas de Nuestramérica, Bogotá, Colombia, y de la Revista Internacional de Teatro y Literatura Alhucema, Granada, España. Trabaja como traductora para el Proyecto Editorial Banda Hispánica y Agulha Revista de Cultura (Fortaleza, Brasil). Ha participado en diversos festivales internacionales de poesía. Es editora de la Revista Literaria Neoamericana Los Poetas del 5, desde el año 2004.  www.lp5.cl

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