ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA, COLUMNA DE HORACIO ELOY. CLAUDIO GIACONI: DESDE CENTRAL PARK AL FORESTAL

En 1990, año en que retornaba la democracia a Chile, también lo hacía el escritor Claudio Giaconi, después de largos años de ausencia.

El autor de “La Difícil juventud”, obra clave reconocida y aclamada por la crítica y los lectores, volvía desde Nueva York, para nuevamente pisar los prados del Parque Forestal, como antaño lo había hecho junto a sus compañeros de ruta, la Generación del 50: Lihn, Jodorowsky, Lafourcade y varios otros con los cuales había compartido la bohemia y los vientos huracanados de esa época. Lamentablemente varios de ellos no estaban ya en este mundo, pero en cambio un nutrido grupo de jóvenes poetas reconocía y revalorizaba su obra acompañándolo en este retorno, con el fin de la dictadura y la eterna transición como telón de fondo.

Efectivamente, el año 1960, Claudio Giaconi salía de Chile para recorrer parte de Europa, México y finalmente radicarse en Nueva York, donde comienza a trabajar como periodista para la Agencia UPI. El Central Park lo acoge tal como lo hacía su mítico Parque Forestal.

Nacido en Curicó en 1927, Giaconi  con su obra narrativa “La díficil Juventud”  editada en 1955 se convierte en un clásico de la literatura chilena , a esto debemos agregar  el ensayo que le vale el Premio Gabriela Mistral  por “Un hombre en la trampa (Gogol)”,  pero la poesía emerge con fuerza  y vitalidad en su creación, así lo señala el autor en el suplemento Literatura y Libros, del diario La Época, en  una entrevista realizada  por el poeta Francisco Véjar: “Para mí la poesía significa la posibilidad de sentirse completamente libre, sin lastre. Supone un poco echarse a volar”.

En 1995, aparece editado su libro: “El derrumbe de occidente poemas y contrapoemas”.  Transcurren largos 20 años y recién el 2006 retorna al ruedo con una nueva obra, el libro de poesía: “ETC.”, editado por Calabaza del Diablo.

Al año siguiente Claudio Giaconi fallece en el Hospital El Salvador en la comuna de Providencia.

Felizmente para las nuevas generaciones de lectores, su obra completa: cuento, ensayo y poesía es rescatada en un libro extraordinario: “Claudio Giaconi, un hombre invisible”, cuya edición estuvo a cargo del poeta Gonzalo Contreras, bajo los sellos de Editorial Etnika y Pequeño Dios Editores.

¿Dónde están las cazuelas de antaño?

 

¿De dónde vendrá vamos arando dijo la mosca?

En dichos estoy más perdido que el teniente Bello.

Y el teniente Bello perdido de dónde habrá salido?

Sepa Moya, no me preguntes más.

El teniente Bello perdido vive en la amnesia

inmemorial como la carabina de Ambrosio

como el Mambrú que se fue a la guerra.

Ya no se oyen palabras como mentecato

como cuando a uno le decían

eres un macaco, no seas gaznápiro.

Y qué se hicieron pánfilo o badulaque?

Eran tiempos de orfeones en plazas pueblerinas

organilleros de primavera en parques enfiestados

carreras alocadas por playas sin fin

volantines que se van cortados

y se los lleva el viento de septiembre.

Sopaipillas y picarones en invierno.

Dónde están las cazuelas de antaño

esas de ave con chuchoca y albahaca?

*     *     *

 

Stravinsky

 

Fui saltando de reventón en erupción

saltimbanqui de convulsión adánica

en erupción imité a los arlequines.

Yo soy la circunferencia del triángulo

o puercoespín fui que-nadie-me-toque

mis selvas no fueron de tarjeta postal

y fui azogue que-nadie-me-agarre.

Yo soy el Martín Lutero del ballet

Fui manada en estampida megaterios

panteras tigres faisanes papagayos

pájaros de fuego polichinela de circo

fui el caos elemental y el tronar.

Yo soy la cuadratura del círculo

desde el fondo de la tierra en espasmos

como cosa de puro divertimento personal

soy fauno Apolo filudo y pastoral.

Yo soy el Napoleón del canto llano.

*     *     *

 

Cena con Kissinger

 

Ceno con el Dr. Kissinger.

Los vinos húngaros son excelentes, le digo

Sangre de Toro, por ejemplo

Pero no me atrevo a hablarle de Neruda.

 

El Dr. Kissinger es un hombre amable

Méngele es un hombre amable.

 

Es un hombre amante de la buena mesa

Cliente de La Cocina de Lorenzo y María.

 

No tengo cabeza, dicen, y por eso salgo

Decapitado en la foto polaroid.

Al lado, el Dr. Kissinger se lleva

a la boca un espárrago a la vinagreta

Lorenzo y María no caben de orgullo.

 

Me pregunto por mí mismo y me dicen

que estoy al lado.

Hago muñecos pero no sé armarlos.

 

Una bella mujer llora desconsolada.

Dicen que quiere al marido que le arrebataron.

Nos muestra una foto en que aparece decapitada.

Comprendemos que somos hermanos del alma.

 

El Dr. Kissinger no es más de un sueño.

Él y Méngele se evaporan por la Tercera Avenida

tomados del brazo.

*     *     *

 

Panfleto

 

La Virtud se apoderó de la Opinión

los Ejércitos de Moloch han triunfado

en todos los cenáculos.

La Virtud se apoderó de la Educación

los Ejércitos de Moloch han trepado

en todos los pupitres.

La Virtud se apoderó de la Religión

los Ejércitos de Moloch han diezmado

en todos los púlpitos.

A todos les llega la hora

sí, pero a unos demasiado tarde.

¡Sálvese quien pueda!

sí, pero primero los de primera.

Todos tienen derecho a opinión

sí, pero unos menos que otros

No sólo de pan vive el hombre

no, pero de poesía tampoco.

*     *     *

 

 

El spleen de Nueva York

 

Tienes que cargarte las baterías solito

si no te contestan el buenos días

si te responden con gruñidos

si te miran con cara de bulldog

o como si fueras invisible.

Peor todavía si te dedican

sonrisas surtidas no solicitadas

aprendidas en el spot televisivo

la víspera entre Koyak y Baretta

y te saluda una coqueta obesa

haya doin’ honey?, pregunta gaseosa

y su chulo comenta una diligencia

que hiciera en la mañana por calle 86.

Peor aún si suburbanitos con caras de anticuarios

aluden a que tú tienes aire anticuado

y nínfulas aburridas de pestañar sombrío

ponderan el paletó que llevas puesto

copetín de Coentreaux en alto examinan

papisas trogloditas se te arriman

a voz en cuello te prodigan reflexiones

y en su caldo de tedio se hierven todos

te sonríen todos los sexos al final

y tú seguro que todos tienen herpes

te cortas al cero el pelo al llegar

a tarasconazos frente al espejo trizado.

*     *     *

 

Horacio Eloy (1955)
Poeta y destacado cronista.  Ha publicado “Tres Poetas” (1985), “Paisajes de Milagros” (1992), “El cielo a pedazos” (1995), “Ritualica de Despedida” (2001), “Plazasparquespuentes” (2008), “Ultima Función” (2012), “Revistas y publicaciones literarias en dictadura Chile” (2014).
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