Brasil. Pedro Lago. “EL CORTEJO Y OTROS POEMAS”

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EL CORTEJO

 Para Ericson Pires

Una vez el cuerpo frágil

en la tormenta, viene esa

necesidad de correr

hacia dentro del trueno

hacia el límite del discurso

donde haya riesgo.

La supervivencia de los que sangran

y gozan a la vez,

la lágrima del miércoles de ceniza,

el amor que se esculpe

en la embriaguez virtuosa de las madrugadas.

 

El cortejo de los sátiros descendiendo

el cerro de Santa Teresa

a las siete y media de la mañana.

Todo suspenso delante del constante

resplandor de la piel

y de las lenguas al unísono.

 

Vivir para eso

y nada más.

Seguir

entre

soplos

besos

ritos hechos

dolores bailes

bailes bailes bailes

y no valer nada

ni el poema

 

quizás la risa

el mismo cuerpo frágil en el entusiasmo

en el vértigo.

¿Qué nos restaría?

Ese animal que se libera,

ese perfume que rellena,

ese hilo que quema.

¡Sí!

 

Entre un goce y otro

viviremos,

entre un vacío y otro

respiraremos,

y delante de un crepúsculo cualquiera

moriremos cantando.

 

 

ANARQUISTAS CORONADOS

 

Y allá fuimos.

A recorrer los alrededores

del cine Odeon.

Allá donde un anciano

pedía agua en un bar

y el batallón silenciaba

en secretos.

Allá donde la lujuria escurría

por las mesas del hotel para

solteros y Lapa empezaba

a hervir en utopías.

Allá fuimos.

En la génesis de pequeños universos

que se entreabrieron en los detalles.

Paso a paso en la madrugada

que nos ofrecía un sabor amargo

y era bueno y crecía.

Allá donde las imperfecciones

Junto a los olores de las veredas

formaban una ópera de espantos,

un drama de la desgracia

y de la belleza de las vísceras.

Seguimos entre sonidos y rutilancias,

por las luces de las tiendas

y los bares llenos.

Tropezamos con las cunetas,

riéndonos de los problemas

como quien se libera

de las mazmorras.

Y nos emborrachamos como

dos bárbaros exhaustos,

rompiendo vasos,

fuera del veneno,

dentro del grito,

en la coronación de

nuestra anarquía.

 

 

 

EL GRITO DE BOTIKA

 

“sin más
Rio es una mierda”
Pedro Rocha

 

Los daños ya no abarcan

el tamaño del susto,

en las orillas, no quedaron

trozos de madera

palos hincados en la tierra

para recordar lo que

existió ahí un día.

 

El grito no es sobre

el olor del humo

que ciega y lagrimea,

el grito no es sobre

el rumor oculto que alimenta

el inmenso reino de sombras

que crece como un diluvio

antes del hecho.

 

El grito es mucho más

que simple temor,

angustia, desmedida.

 

El grito es lo que no se curva

delante de la desgracia, del domino

enriquecido por la gula de algunos,

enriquecida por el hambre de otros.

 

El grito es el excremento,

el miasma que queda en el cuerpo

cuando la cruda y podrida comida

forma un banquete de vermes

 

El grito es la sal que escurre

por la carne expuesta

y duele y tiembla y causa ira

y provoca y hace que venga el puñetazo.

 

Eliminar la amenaza como quien

explota un pueblo que resiste,

cuya lágrima viene de la misma fuente

del grito, ebrio, puro

genuino y entrañado grito

para el que conduce el orden,

el progreso, la vigencia, las hordas

de seguidores que quitan

con los dientes la piel de los que

ya no tienen cómo existir.

 

El grito es la ciudad misma,

que sufre, pierde sus órganos,

pelos, miembros, sangre,

y se parece cada vez más

a un dios de piedra,

agrietado, gastado,

olvidado en el futuro,

entre plantas, musgos y basura,

sin memoria

como una aldea calcinada.

 

 

SANTIAGO

para Raúl Zurita

 

Los dientes trillados

delante de un vacío

que succiona todo alrededor

en silencio

sin que nadie se dé cuenta

 

la destrucción de las piedras

de los cascos

y de las increíbles contorsiones

del nervio expuesto.

 

Son pétalos de piel seca

expelidos por el cuerpo

el rastro por el camino

ya sin multitud

el cielo uniéndose

a la cumbre profunda

de la cordillera.

 

Los cráteres relatan

la historia antigua

debajo nadie escucha

las súplicas del hijo perdido

 

el río circunstancial

llevó a todos al océano

y el continente

una vez más

escribe su épica sangrienta.

 

Traducción de la poeta Milena Paixão

 

_________

 

Pedro Lago (RÍo de Janeiro, 1981 ) Poeta y editor. Ha publicado los libros de poemas Corpo Aberto (Ibis Libris, 2010); Saci (Cartonera Caraatapa, 2013); Cortejo (Lábia Gentil, 2014) Roma Canudos Radial Oeste (7Letras, 2015). Es editor de sello de la poesía LábiaGentil, al lado del poeta Pedro Rocha, el editor Anna Dantes y la galería A Gentil Carioca. Y también es colaborador del sello Cartonera Caraatapa de Pedro Rocha y Amora Pêra.

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