Por Horacio Eloy
A Guido Eytel lo conocí leyendo la revista “Poesía Diaria”, la cual había fundado junto con su amigo, el poeta Elicura Chihuailaf, el año 1984. Una hermosa revista que formaba parte del circuito que desafiaba la censura y el silencio que ejercía la dictadura, una revista que iluminaba el llamado “apagón cultural” y la cual era financiada en parte gracias a la venta de carne y longanizas, según me relató, muerto de la risa, tiempo después el propio Guido, cuando lo conocí personalmente en aquel gran encuentro internacional que fue “Juntémonos en Chile”, en 1992.
Guido Eytel nació en la lluviosa ciudad de Temuco, el año 1945, cuando en el mundo la Segunda Guerra llegaba a su fin. Transcurridos los años, el destino lo lleva a estudiar Construcción Civil, Pedagogía en Castellano y Periodismo, no terminando ninguna de las tres, la razón simple e inclaudicable: Guido Eytel quería ser escritor.
Novelista, cuentista y poeta, inició su camino publicando su primera novela “Casas en el agua” el año 1997 y desde ahí en 1999 la novela “Sangre vertió tu boca”. El 2005 RIL editores publica sus relatos con el título de “Puestos varios”. EL 2010 el libro de poesía “Pluma y Sangre”. El 2014 “Poesía Incompleta” bajo el sello de las ediciones de la Universidad de la Frontera. Ese mismo año sale a la luz “El viejo Tigre” sobre el cual el poeta Francisco Vejar señaló: “En el Viejo Tigre Guido Eytel muestra su plenitud poética. Es un libro que permanecerá en el tiempo”
Llegada la democracia el año 1990, Guido Eytel asume la dirección de la destacada revista Pluma y Pincel, medio cultural del Partido Comunista del cual Guido era militante. Pero quiero retroceder algunos calendarios, pues ha caído en nuestras manos un artículo de la escritora y periodista Isabel Allende publicado el año 1971 en la icónica revista Paula que tenía por título: “Guido Eytel, escritor, poeta y bohemio”. En parte del artículo, escrito en tono de folletín, se señala: “bohemio, pero con gusto de burgués, el escritor temuquense al fin cumplió su sueño, tener una librería –Ahora paso el día leyendo dice- así que es bien poco lo que vendo”. Aquel año Guido Eytel había obtenido el Tercer lugar en el Concurso de Cuentos que anualmente convocaba la prestigiosa revista.
El humor era parte sustantiva de la personalidad del poeta, en una entrevista que le hace Ernesto González Barnert, ante la pregunta sobre su proceso escritural, responde: “Tengo que confesar que escribo muy mal, pero corrijo bastante para que resulte algo decente”. Así también era su mirada crítica al medio literario, como se lee en un artículo de Marcelo Sánchez en el periódico “El Sur”, donde se cita esta opinión expresada por Guido: “Hay dos peligros en el oficio de escritor: vanidad y envidia. La vanidad la noto en muchos escritores de hoy, En los gestos cotidianos, en como aparecen en los medios de comunicación. Se las dan de sabiondos. Parece que el escritor tuviera que saber de todo. Eso es mentira. Yo no les creo”.
Guido Eytel dejó este mundo un 10 de diciembre del 2018. Tuve la suerte de conocerlo y compartir fraternas jornadas alrededor de la escritura. Hoy su ausencia se parece bastante a la garza, que aparece en uno de sus poemas icónicos, es una ausencia que aun quiere convertirse en escritura.
Selección de poemas
EL BAR DE LOS JUBILADOS
Los jubilados beben lentos su vaso de vino.
Miran en el diario
los avisos de las defunciones,
hablan de la humedad, del reumatismo,
y luego se quedan en silencio.
No hay reloj frente a la barra
y el calendario ya no sirve de nada.
JARDÍN BOTÁNICO
Una mujer da de comer a docenas de gatos
mientras los mellizos maman de la loba.
Un anciano espera la llegada del invierno.
Árboles desconocidos, pero sombras amables
me reciben y paseo por los senderos
siguiendo el vuelo de las aves enmascaradas.
“Esta es la hora en que debo pensar”, digo,
y me siento a recibir el tibio sol del otoño.
Pero no puedo pensar.
Sólo espero que pases a buscarme.
Tú
ola Muerte.
LA GARZA
Hace tiempo me persigue una garza.
Blanca, altiva y orgullosa.
Se me aparece sin que yo la llame ni nada.
Quiero pensar en los asuntos pendientes
y se me aparece la garza.
Exige un poema, un cuento, un par de palabras.
Yo nomás la miro, la dejo,
le digo que espere, que no todavía,
que a la orilla del río, que los peces,
que cuando llegue el verano.
No sé qué voy a hacer con esta garza.
CUANDO EN EL SUR FLORECIAN LOS CEREZOS
A mi primo Marcelo Salinas Eytel,
detenido desaparecido hasta hoy.
La calle no tiene hoy ni luz ni pájaro.
Quién va a cantar, quién va a levantar
una mínima esperanza luminosa.
Se vuelven otra vez los perros horizonte
y no hay agua para lavar esta injusticia.
Qué va a correr bajo los puentes
llenos de vergüenza, carcomidos
por la humedad del desamparo.
Yo no soy más que el testigo de la ausencia,
qué hago reclamando ante el vacío.
No sucederá otra vez:
las enredaderas ocultan la casa
y a la lluvia del tiempo
le dio por borrar todas las huellas.
¿Alguien ha visto un niño perdido?
He bebido cicuta:
se me dan vuelta las palabras
y como ciego busco
el gesto que perdí por esos días.
Qué lo voy a encontrar, cuál era.
¿Era una sonrisa, era un saludo,
era una manera de caminar
poniéndole el pecho a la injusticia?
Como siempre, esta noche
el mismo sueño me persigue: “si no,
primo, si no, si no era nada,
aquí estuve todo el tiempo,
soñando como tú bajo el manzano”.
Qué voy a despertar.
La última vez usaba sandalias
y una chaqueta verde
del color del pasto
que brota a principios de noviembre.
¿Alguien supo qué le hicieron?
¿Cuando murió qué dijo?
¿Levantó una mano, gritó,
abrió los ojos
(se verá en sus pupilas la faz del asesino)
o solamente suspiró
y pensó que en el sur
estaban floreciendo los cerezos?
Hoy la calle no tiene luz ni pájaro.
Afuera el silencio parece que va a estallar.
UN PÁJARO DE AMOR CON LA COLA CORTADA, GUIDO EYTEL
A Jorge Teillier
“La amistad es un pájaro
de amor con la cola cortada”.
Jules Renard
A esta mesa baja
la sangre de la memoria vuelta vino.
Hemos de beber como aldeanos sin apuro.
Por el puro gusto de vernos la cara
después de tanto tiempo.
Cuando pájaros jóvenes
solíamos rondar los nidales más
preciados.
A la vuelta de la esquina
nos esperaba el futuro cereal,
el aire, el vuelo.
Cuando el mundo brillaba,
recién inaugurado.
El tiempo pasa, camaradas,
pero nada ha cambiado entre nosotros.
Sólo nos queda beber este vaso de vino
y cantar las canciones olvidadas
como si todavía fuéramos inmortales.
PERSONAJES FAMOSOS DE LA FAMILIA
El Gorrión de París.
El Zorzal Criollo.
El Pájaro Pintado.
El Águila Americana.
El Ave Fénix.
La Paloma de la Paz.
¡Para no nombrar
al Pájaro Loco
SIN RAZONES
No es el odio quien mueve
al Cazador cada mañana
ni me mueve el temor
para esconderme y esconderte.
No por eso hemos tejido el nido
en lo más oculto de las zarzamoras.
Ni el odio ni el temor:
solamente pájaro y Cazador
cumpliendo a conciencia sus papeles.