Chile. Miguel Naranjo Ríos. “Freddy Torrealba al sur del charango”

freddy torrealba

 

Freddy Torrealba al sur del charango

 

 

Bolivia

El charanguista boliviano Ernesto Cavour (La Paz, 1940), fundador del conjunto Los Jairas y creador del Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia, además de poseer una extensa discografía, es autor de varios libros, entre ellos El charango (1980). En la sección «Charanguistas notables de otros países» de la voluminosa edición aumentada de El charango (2010) aparecen mencionados algunos chilenos: Héctor Soto (1941), Horacio Durán (1945), Mario Moreno (1947), Ítalo Pedrotti (1966) y Freddy Torrealba (1966). De este último, escribe: «Estuvo presente en los Encuentros Internacionales del Charango 1997, 1999 y 2001 donde su virtuosismo en la ejecución del charango y su carisma brillaron en los escenarios del teatro Municipal de La Paz, Teatro Cuarto Centenario de la ciudad de Potosí, y en el Teatro Achá de Cochabamba, despertando gran entusiasmo en el público presente y admiración en los charanguistas que asistieron a tan importantes eventos. En el Tercer Encuentro Internacional de Charanguistas, la Sociedad Boliviana del Charango le dio el título de “Maestro del Charango”». Así Freddy Torrealba se convirtió en el primer extranjero en obtener dicha distinción. Hasta entonces Freddy torrealba solo había grabado un casete, Charangamente  (1989), y el cedé Charango y guitarra (1997), acompañándolo en ambos trabajos la guitarra de Mauricio Urbina.

 

Charangamente

Hay que agradecer que el casete Charangamente ha sido reeditado en disco compacto en 2004. En este trabajo hay música de autores sudamericanos y europeos. De música chilena está el tema «Rosita de Pica» de Héctor Soto, uno de los primeros solistas en charango chilenos. También hay un tema del movimiento Nueva Canción Chilena, se trata de «Ventolera» de Hugo Lagos y Eduardo Carrasco. De Perú interpreta «El cóndor pasa». Bolivia está presente con dos temas de Ernesto Cavour. Argentina con algunas chacareras y «Milonga de mis amores» de Pedro Laurenz. Brasil con un tema de Waldir Azevedo. Y Europa con un fragmento de La flauta mágica de Mozart. Con solo este trabajo editado, Silvio Rodríguez lo invita en 1992 a participar en su gira por Chile. El 2003 pasa a formar parte del catálogo del sello Alerce que edita dos discos compactos suyos. Uno es la reedición del trabajo independiente  charango y guitarra (1997), donde también hay temas acompañados con zampoña, quena, quenacho y flauta traversa. En este trabajo se repite el espíritu de su producción anterior y algunos temas como «Ventolera», con el que parte este nuevo disco. También hay un tema del recientemenete fallecido César Palacios, otro de los grandes charanguistas chilenos. Entre los temas sudamericanos está el motivo popular «Pájaro campana» recopilado y arreglado por el arpista paraguayo Félix Pérez Cardoso. Entre los temas brasileros, repite el tema de Waldir Azevedo de su producción anterior, agregando de Antônio Carlos Jobim «Chica de Ipanema» y «Corcovado». De Europa, nuevamente Bach, más una conocida tarantela anónima.

El otro disco suyo aparecido el 2003 es Charango al sur del charango. Si bien aparece bajo el rótulo del sello Alerce, el disco se hizo con aportes del Fondart. En este trabajo aparecen temas compuestos por él; por ejemplo «Puelche», quizá uno de sus temas más conocidos, donde se mezclan el charango, la batería y el bajo eléctrico. Otros temas suyos son «Potosí», «Claudia», «Tilo, mi gato» y «Charango al sur del charago». De este último, nos comenta el autor en la carátula del disco: «Esta […] creación […] resume la visión que tengo del folklore y su fusión con lo étnico y lo contemporáneo». Los demás temas, como en sus anteriores trabajos, son de autores sudamericanos y europeos, repitiendo algunas composiciones ya grabadas pero con versiones nuevas. Aparte del bajo y la batería, también se acompaña de zampoña, quena, cuatro, guitarra acústica y la voz de Francesca Ancarola.

En 2010, después de nueve años de ser nombrado «Maestro del Charango» en la propia Bolivia, recibe en Chile el premio Altazor en la categoría ejecución musical. En 2014 aparece Quiebradedos, un disco casi exclusivamente con temas de su autoría. El disco del sello Pez Records fue hecho con aportes del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, ex Fondart. Empieza con el solo de charango «El atraco», suerte de manifiesto musical. Destacan del disco «Ecos del Quisco» con fuertes reminiscencias de Cavour, «Quédate quieto», «Quiebradedos (broken-finger)» y «Réquiem para un día domingo». Lo acompañan una voz femenina, guitararras cústicas, bajo, cello y batería. Aparte de estas producciones solistas, Freddy Torrealba participó en el disco Charango: autores chilenos (2001).

 

En vivo

La actividad musical de Freddy Torrealba no se circunscribe solo al repertorio de sus discos, sino que también ha incursionado en otros estilos musicales y tocado con diversos intérpretes como Rafael, Los Jaivas, Pablo Abraira y Cuturrufo. Incluso interpretó cumbias durante el encuentro «Charango y otras yerbas» en mayo de 2014 en el Teatro Municipal de San Joaquín, donde también hizo una versión del foxtrot «Yes Sir, That’s my Baby», más conocido en Chile como «Quién es la que viene allí» en la letra de Roberto Parra. También es un amante de la cueca y la tonada. Lo vimos tocar en el Bar Raíces el 3 de marzo de 2015, un martes, día en que en ese local se toca mayoritariamente cueca. Puntual llegó a la prueba de sonido. Y antes de empezar su concierto, pasó él mismo por cada mesa, recolectando el dinero de la entrada y respondiendo las preguntas de sus fans. Cuando estuvo en nuestra mesa nos preguntó si deseábamos algún tema; «Mar para Bolivia», sugirió alguien de nuestro grupo. Con ese tema empezó su concierto, donde poco a poco aparecían más músicos acompañándolo notablemente. Con el entusiasmo, desde nuestra mesa se le pidió otro tema, «El atraco», que interpretó de inmediato. Llegó un momento en que dejó el charango y tomó la guitarra y se puso a cantar él mismo más cuecas, casi todas recopiladas por Violeta Parra. Fue un recital del cual Freedy Torrealba comentó por correo electrónico: «estuvo rebonito, espero que se repita, los amigos que acompañaron son increíbles músicos y disfrutadores». También lo vimos en el mismo lugar el martes 16 de junio. A diferencia de la vez anterior, llegó pasada la medianoche, aduciendo «Nunca es tarde pa’ llegar atrasa’o».

 

Fusión

Quisimos indagar con Freddy Torrealba acerca de cómo aprendió a ejecutar el charango. Hubo una respuesta elocuente: «Autodidactismo». Buscando una respuesta más larga, le dije:

—¿Cuál es tu método para componer? ¿Cómo anotas lo que compones?

—Toco y si lo que suena me gusta, lo vuelvo a hacer hasta que toma forma, luego lo anoto de la forma universal, en partitura, y así puede llegar a cualquier rincón del planeta.

Quisimos ponernos profundos y preguntamos cuál era su relación con el charango desde la ejecución del instrumento en el plano ritual andino. La respuesta fue: «Muy poco, ya que soy nacido y criado acá en la ciudad».

Después de esa malograda consulta, quise salir rápido del embrollo, con una pregunta más abierta:

—¿Quién es para ti Violeta Parra?

—Violeta es la mujer que hizo lo que hacían mis padres, pero que lo registró en grabaciones, además ella fue quien incorporó el charango a la música chilena, fue el puntal para todos los que vinimos posteriormente, pero por sobre todo es la que dijo las cosas por su nombre, identificó desde siempre al enemigo del pobre.

—¿Podrías nombrar a algunos de los charanguistas que te influenciaron mayormente?

—Todo lo que registraron mis oídos desde niño. Ahora bien, específicamente en el charango, Víctor jara, Ernesto Cavour, William Ernesto Centellas, el más increíble, Inti-Illimani, Illapu, César Palacios, Gastón Ávila, Nilze Carvalho —se entusiasma tanto mencionando músicos, que termina su lista con una bandolinista brasilera.

—¿Qué relación tienes actualmente con Ernesto Cavour?

—Somos colegas y amigos, siempre hemos tenido muy buena relación.

Cuando se le pregunta por otros instrumentistas que lo han influido, es bien amplia su respuesta: «Todo quien los toca y lo hace con pasión, eso llega, no importa el instrumento que sea o la voz o el baile».

Al preguntársele por músicos con los que le habría gustado tocar, también es bastante abierta su respuesta: «Con la mayoría, pese a que me da susto, puesto que conozco mis limitaciones, muchas veces prefiero escuchar y disfrutar, en todo caso con los que he tenido la suerte de tocar me siento muy honrado y agradecido».

—De la música que te gusta escuchar, ¿cuál es la que se encuentra más lejos de tu trabajo musical?

—El flamenco y muchas otras que no he tenido la suerte de cultivar.

—¿Quiénes son para ti, en este momento, los mejores músicos tanto de Chile como del mundo?

—La palabra «mejor» creo que no es apropiada, sin embargo, si usamos la palabra «notable», creo que es una gran lista, hay cuequeros, rockeros, doctos,andinos, en fin, son muchos, aun así para ser más específico, mis superhéroes preferidos son Chicoria Sánchez, Gabriel Hidalgo, La Nelson Domínguez, Yamandu Costa, Christian Gálvez, Luis Salinas, Badi Assad, Nilze Carvalho, Verónica Condomi, Gonzalo Rubalcaba, Daniela Conejero, Tata Barahona, Quelentaro, Jaime Ross y Leo Masliah.

Pero no solo de músicos hablamos con Torrealba. También quisimos saber su opinión acerca de los medios de difusión de la música chilena.

—¿Qué opinas del sello Alerce?

—Una empresa que se preocupa por lo nuestro, y que como a nosotros le cuesta un mundo mantenerse.

Acerca de la Radio Uno, comenta: «Es parte de un consorcio que no apruebo; prefiero la Universidad de Santiago, Universidad de Chile, Beethoven, El Conquistador, radios independientes». Con respecto a los fondos de cultura, dice: «Me he ganado un par y está casi bien, pero los mecanismos de selección deben mejorar, muchas veces son injustos».

Cuando se le pregunta acerca de la nueva ley de emisión radial de la música chilena, responde: «En un concierto tocaré el 20% de las canciones o el 20% del concierto, y después entrevistaré a la gente qué le parece que sea solo el 20% de música chilena».

 

 

Sin mánager

La biografía que aparece en su sitio web concluye: «es considerado uno de los mejores y, en sus palabras, más felices charanguistas de Chile». Para eso Freddy Torrealba ha sido un músico independiente, sin mánager. Ha evadido sistemáticamente el circuito comercial. Tampoco ha querido sumarse a ninguna agrupación musical consagrada a la cual le hayan ofrecido integrar. Además no tolera situaciones que le parezcan injustas en su entorno profesional; por ejemplo, a mediados de este año renunció al taller de charango que estaba impartiendo en el Centro Cultural de Recoleta porque, según su opinión, habían despedido de manera injusta al director de cultura. A pesar de esta manera de desenvolverse en el medio artístico, ha tocado con los más notables músicos chilenos y ha mantenido una importante actividad en el extranjero. Su último viaje fue a Cuenca, Ecuador, al Primer Festival de Charangos de América, donde tuvo una participación que interesó a la prensa y al público. Ante una pregunta periodística acerca de su opinión con respecto a este festival, respondió «Hacer es el mejor modo de decir», una máxima que ha aplicado en su trayectoria personal y profesional. Pero no solo ha ejecutado su charango en numerosos escenarios, sino que también suele tocarlo en las micros mientras se mueve por su Santiago natal. Otra cosa: detesta que le digan «maestro», así que si usted se encuentra con él por ahí, evite esa palabra.

 

 

 

 

Miguel Naranjo Ríos

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