Balcón, Echaurren 424
Una brisa de periódico
Dispersa la espina dorsal del pavimento
De los carriles del tranvía iluminados por la luna
Y los hombres que riegan los árboles por la noche
Llegarán y por proximidad
Harán que todas las alarmas de autos griten lo mismo
Y por lo tanto
No digan nada
¿Qué justifica tanto bocinazo?
Entonces, un beso
Y un ligero aspaviento de la falda de nailon
Frente a las Carnes Echaurren
Y un rasguño de tapacubos, un motor trémulo
un crujido de la puerta con los talones que vierten hacia fuera
Y yo
Sólo para flotar suspendida
Como las polillas bajo una lámpara de calle
Corazón de mango
En la cocina, Milena
hace el amor con mantequilla y cucharas,
se lanza sobre el plato
en dulces berrinches de merengue abrasado
Milena hace tortita de tapioca
con parmesano y huevo frito;
ella pone un trozo de queso azul
en una pera y dice:
¡Cómetelo!
Habla con su masa madre
golpea el pan en el fondo
lo rumia como si fueran sus pequeñas hermanitas
Un día de abril
ella dijo: “Si yo muero,
sepúltame bajo un mango.
Creo que sería un buen mango”.
Doña Carne o la carnicería en Santiago
Hay montañas de carne en esta ciudad
deslizándose sobre sí mismas
nevadas o bordeadas con grasa
—salubres, después de todo—
asidas en resbaladizo puñado de flujos
por una mujer con malla en la cabeza y labios plenos,
pechugas relucientes bajo jaulas de carne brillante
existe sólo allí, no antes, no después
es como nuestras madres.
Tal vez si no hubieran devorado a Eva
nosotros no tendríamos estas
preguntas afiladas:
¿Quién es Doña Carne?
¿Y también ella disfruta del estallido enfermo de las venas del pollo en una sartén?
Kelsey Wallner (Madison, Wisconsin, Estados Unidos, 1992) instructora de inglés. Se graduó de la Universidad de Wisconsin-Madison en 2015 con el grado de Licenciada (Bachelor of Arts) en ciencias políticas, español, estudios de género y estudios Latinoamericanos. Desde 2016 reside en Santiago, Chile. Estos son sus primeros poemas publicados.