poemas del libro TRÓPICO DE LIBRA (Queltehue, 2019)
Atrapasueños
No es necesario dormir para soñar
y no soñar no es estar despierto
Para un sueño no es tan fácil salir de la cabeza
Para ellos no es difícil anidar fuera del nido
Los sueños no son las utopías
Las utopías requieren de una cierta condición para ser sueños
No es llegar y soñar
así sin condiciones
En la puerta la madrépora con plumas
sus tentáculos alcanzan a los sueños
de la vida que se duerme
Los aprietan los expropian
y los cuidan de las garras del olvido
del reloj o del insomnio
Nuestros sueños son materia en discusión
indefinida
sospechada
Un estado de la mente
o una mente de qué estado
Nuestros sueños son en realidad
un poco más que nuestros sueños:
Realidades que aún sueñan con hacerse realidad
007
Después del tono, grabe su mensaje
Los teléfonos nos dicen que la poesía es literatura.
Que no es más que una llamada telefónica que no contesta nadie.
Los teléfonos no saben lo que es una llamada telefónica.
Las voces que solían contestar al otro lado del teléfono
se encuentran bajo tierra o en el hospital donde se hayan
no reciben más visitas ni llamadas telefónicas.
Ya no hay nada que esperar en el teléfono.
Ya no hay nada que esperar de los teléfonos.
Porque aquí ya no hay más voces para decir nada
y no quedan más oídos que respondan en ninguna parte.
Pero hay cosas que decir respecto a la naturaleza de la poesía
sin necesidad de voces ni teléfonos ni oídos ni literatura.
Poesía es una llamada telefónica que nadie hace
y que algo la contesta de un lugar desconocido.