En 1993 viajé en tren hasta el Bío-Bío, invitado a un Encuentro de Escritores organizado por la Universidad de Concepción. Allí conocí a Ramón Riquelme, distinguido poeta anfitrión con el que compartimos memorables jornadas.
Años después, Antonio Ferrada, académico y poeta me regaló el libro “Los días de la ceniza” donde se señala: “Ramon Riquelme fue preso político en 1973 durante largos catorce meses y desde esa espantosa experiencia levantó su cuerpo, alzó sus manos y nos encontramos hoy con un poeta sólido, crítico, informado de todo (…)”
En un poema que da inicio a su libro Los Castigados, Ramón Riquelme define su vocación como poeta: “Me despertaron /para trabajar/ amanecí sobre los cerros. / Desde entonces/ he venido hablando. /escribiendo, / trabajando/ para que las rosas / vuelvan a tener/ el mismo color”.
Ramón Riquelme nació en concepción el año 1933. Vinculado con Jaime Giordano, y otros jóvenes poetas, funda por los años 50 el colectivo Libre del Arte.
En 1965 publica por primera vez en una antología, Ediciones del Maitén.
Su obra es reconocida por el Premio Municipal de Arte de la Municipalidad de Chillan y el Premio Regional Baldomero Lillo en Artes Literarias 2008.
Ramón Riquelme luego del golpe de Estado fue acusado de incendiar el antiguo teatro de Concepción, después de su prisión se trasladó a vivir a Quinchamalí, tierra que amó hasta confundirse con ella. Tierra que lo vio partir el año 2018, a los 85 años, producto de un accidente doméstico. Rescato las palabras que desde España hizo llegar con ocasión de su muerte, el poeta y artista visual Juan Carlos Mestre:
“Ramón era, es, lo será siempre un poeta literalmente irrepetible, hondo, civil, conmovedor y necesario, y una persona honrada y comprometida con lo más desafiante y luminoso de la dignidad humana. Abrazos a las amigas y amigos que lo quisieron y respetaron, y el mayor de los elogios para el hombre libre y luchador que fue. Descanse el amigo inolvidable en las tierras bellas de su querido Quinchamalí.”
Los días de la ceniza
Los días de la ceniza
son aquellos
donde las arenas del desierto
se han depositado
en los ojos de las palomas
* * *
Hoja en blanco
La hoja de papel
continúa en blanco
por años de años.
El poeta ya no escribe,
sólo sueña con el humo
del cigarro
junto al cuerpo
de su amante
* * *
La dama ofertante
Por estos años
ha envejecido
la joven mujer
cuyos ojos salidos
desde el bosque
nos producían encantamiento
* * *
Historia natural
Podemos estudiar
el cuerpo de los animales
y el origen de las flores;
saber categorías y familias.
Al cabo de los años
toda especie habrá desaparecido
de nuestra vida
y el hombre seguirá sin ser responsable
de sus actos
* * *
Noviembre
Mes de difuntos y cenizas
esparcidas sobre la cabeza
de los infantes;
ellos saben que la edad de los juegos
y las carreras
en el parque de la ciudad,
se terminarán
al apagarse la vela
que iluminaba
la foto de la abuela
* * *
La lluvia
La lluvia suele
ser la maldición del pobre
como ese vagabundo
que viaja por las calles
de la ciudad
buscando las cosas perdidas
que la memoria recuerda
* * *
La mano que escribe
Por todos los sitios del papel
la mano traza
sus laberintos;
mejor hace luego la operación
después vendrán
los guardias
a cortar el órgano
que maneja el lápiz
* * *
Post scriptum
Puedes pensar
cualquier cosa
cuando miro
tu cuerpo desnudo
silencioso y tenue,
como una rosa depositada
con el vaso de agua;
el viento de la calle
hace cerrar puertas y ventanas
entonces olvidamos
para siempre
ese primer beso
* * *
Calle Picarte
Aire detenido
sobre los muros de cemento
donde los hombres compran y venden
sus mercancías
olvidando
hasta sus nombres
* * *