No hubo camino, en la literatura, que Oscar Aguilera no recorriera. Desde la dramaturgia hasta el género epistolar, pasando por la poesía, la novela y el cuento. Algunos títulos de su incansable obra: “Cantata por la vida de Neruda”, La novela “El puente y la casa del ministro”, “Cuentos Cortos para el Teatro en Huelga”, y poemarios notables como “Los Fantasmas del Pedagógico”, “Esta ciudad mía” y “Con los ojos vendados” editado por la Comisión Ética contra la Tortura.
Tuve el privilegio de compartir con Oscar Aguilera una profunda amistad iniciada a principios de los años 90 en los salones de la Casa del escritor. Siempre admiré su capacidad y versatilidad para desplazarse con absoluta comodidad por todos los géneros literarios, junto a su quehacer como guionista y compositor.
Dotado de un profundo vozarrón y un porte considerable, no pasaba inadvertido en los lanzamientos de libros y actividades afines. Oscar era un personaje con su bastón y su barba al viento, siempre sonriendo y dispuesto a tender la mano a los que la necesitaran.
El año pasado en pleno otoño Oscar Aguilera falleció a causa del Covid 19. No pudimos acompañarlo y despedirlo como hubiésemos querido, pero estoy seguro que Sor Teresa de los Andes y Fray Andresito de Recoleta, personajes que hizo suyos en su singular y vasta creación literaria, estuvieron junto a él despidiendo a este gran amigo escritor siempre ligado a las luchas del pueblo.
Selección de poemas
LOS FANTASMAS DEL PEDAGÓGICO
I
¡qué lejos queda 1972,
a la vuelta de la esquina,
a la amargura de los años,
al florecer de la última nostalgia,
al borde del abismo,
al anochecer sin tregua
de este siglo-país,
al nocturno desgarro de mis ojos.
Veo la universidad
con su diseño de campus inglés,
la estrecha dimensión de sus exámenes,
la precisa rasgadura del tiempo
en mi camisa y el hogar
del pecho
Y en todos los sitios exactos
MIS FANTASMAS
M I S F A N T A S M A S
IV
expongo
mi epidermis
al bisturí
del tiempo.
LOS OTOÑOS REMARCAN
LAS LÍNEAS DE MI MANO,
LAS LÍNEAS DE MI FRENTE,
ESTE INSACIABLE OCASO
QUE VAMOS CONTENIENDO.
Primavera del 72,
aquí estoy,
desgarrando este Otoño
del 94,
con un poco más
de ruinas,
otro más de amarguras,
unos cuantos fracasos
y mi eterna sonrisa,
ya casi inclaudicable
repasando
las furias
de esta tarde
y su rumbo
VIII
Primer día:
voy como un muchacho
adormecido
de tantas sensaciones.
TREPA EL VIENTO
EN LA VENTANA DE LA SALA.
UNA PAUSA DE LA
/PROFESORA
SE HACE ESPEJO
POEMA ESCRITO A
/MIMEÓGRAFO
VEINTE AÑOS ATRÁS
(me doy cuenta que estoy
en la habitación
de Nilton Da Silva Rosa,
poeta.
Nilton Da Silva Rosa,
loco empedernido
clavado por agujas
y por balas el 15 de junio del 73)
Y mientras la maestra va hablado de García Lorca
yo sé que hay un común lugar entre Federico y Nilton:
los poetas sin tumba
los poetas sin tregua
los incesantes habladores.
Comprendo que alguna vez Niltos Da Silva Rosa
me devolverá mi “Canto General” de Neruda
y que yo le entregaré su “Literatura” de Gorki
y que todos seremos poemas impresos
en papel reciclado
y que el viento
que mueve y penetra
la ventana
es la propia vida,
ansiosa también de entrar a clases
ESTA CIUDAD MÍA
1
Debajo de tus almohadones,
ciudad mía,
se han de encontrar
miles de sueños,
pálidos y enfermizos,
pero sueños al fin
y al cabo.
TE RECORRO UN DOMINGO
COMO UN ENAMORADO
y convierto esta soledad
obsesionante
en un poema
de edificaciones
y de cinco
millones
de habitantes
2
En proporción geométrica
asciende la tarde
por las plazas
y las fuentes de agua
UNA IGLESIA ME SEDUCE,
LLENA DE CAMPANARIOS
Y DE PUERTAS
Habrás de saber
que aún no he nacido
que aún no he muerto,
que aún no existo.
SOY TODAVÍA UN ESPERMIO
DE MI PADRE
Y UN ÓVULO DE MI MADRE
perdido
en la infinitud
de todo lo anterior
TODAVÍA NO HE NACIDO
Aún no muero, ciudad mía
7
A LA HORA DE LOS SEMÁFOROS,
EN LA NOCTURNA OSCURIDAD
VERTIGINOSA,
Aparece el espectro
De un niño venerado
En el puente Independencia
por
los
pobres e La Vega.
LAS FLORERÍAS DE LA PÉRGOLA
inmediatas al río
saben
del misterio
de la vida
del misterio
de la muerte
ROSAS PARA LA NOVIA/
E LA TRISTE CORONA
DEL SEPELIO
TAN CALLANDO
8
TUS LUGARES OBSCENOS, CLANDESTINOS,
TUS LUGARES PROHÍBIDOS
también hube de aprenderlos.
Soy un hereje más
metido en ti,
ciudad.
Y sé sin demasiada ostentación
la ubicación de los prostíbulos
centrales,
(anteriormente utilizados
por movimientos nacionalistas
de prestigio)
HE IDO A LLORAR DE MIS TRISTEZAS
A LAS MUCHACHAS DEL CAFÉ UNICORNIO
y en tanta oscuridad
de luz estroboscópica
fui convencido
de que la vida
vale la pena de vivirse.
LAS MUERTES DE PABLO NERUDA
2
Septiembre del 73, Martes, Nóbel,
el agua a punto de caer.
Las balas al paso de la lluvia.
Eres otro detenido desaparecido
del patio 29,
con la Internacional
a medio cantar. ¿Dónde estabas, Pablo?
Era la avenida México del cementerio
general el último poema
la única tarde gris
el soliloquio
de la viuda de los nichos
vecinos
6
Abre las compuertas, Pablo Neftalí
déjanos girar
entre la DINA, Contreras, Pinochet,
el ocaso
y la esperanza de tus versos
que circulan como un hálito de luz
(Sé que es el año 1976
porque Alfonso Chanfreau
cumple dos años desaparecido
sé que es 1976
porque la Navidad
tiene un dejo de tristeza)