Desde la Casa de la Cultura de Ñuñoa a las playas del hermoso balneario del TABO, con escala en Simpson 7, Jaime Gómez Rogers, el poeta JONAS se instaló con honores en el amplio valle de la poesía Chilena.
Profesor, escritor y periodista, Jonás nació el 11 de noviembre de 1940, en los inicios de la segunda Guerra Mundial y falleció el 5 de marzo del año 2005 junto al mar, el cual se transformó en su territorio y espacio vital en donde fundó las Ediciones Alta Marea y también la revista del mismo nombre. Allí recibió amigos, poetas, artistas, turistas compartiendo la fraternidad del vino y la creación en su Sala de Arte y Poesía, en la cual ancló definitivamente en 1980 junto a su esposa, la poeta Vania Escobar.
Allí entre la carretera y el mar, el poeta Jonás desarrolló una notable conexión con su entorno siendo para los habitantes del TABO su poeta oficial.
Jonás fue fiel a su vocación y a su oficio y desplegó con lucidez y eficacia creativa su arte construyendo además un espacio para los libros, la naturaleza y la fraternidad.
De su libro “El Corazón enterrado” (1973) del cual Neruda señaló: “sus versos me gustan tienen espacio y pureza”
MILLALONCO
Me pides Millalonco saber
lo que aprendí en la ciudad saber
por qué la Tierra es redonda
y dónde va la la Tierra.
Tú crees Millalonco que ellos lo saben.
Pero yo quiero aprender de ti
a trazar lazos de crín,
a cazar patos salvajes en el río.
Quiero oír lo que cantas y cuentas
junto al fuego,
cuando en el cántaro de chicha flotan
las estrellas.
Enséñame los caminos que nacen de tus manos ,
muéstrame otra vez el lenguaje de la Tierra.
Dime tú Millalonco.
Algún día bajaré a la ciudad
a contar lo que aquí he aprendido.
MAS ALLA
Más allá de la historia que corre despeinada
entre huesos, retazos de memoria,
la infancia ida, más allá de la noche,
de la ansiedad, del hambre,
hay alguien que siento que he olvidado.
Un día volveré .
El estará esperando.
Buscaré mis primeras huellas en el fango,
reviviré su nombre,
le pediré que me muestre mi pasado,
que me lleve a los ojos de mi madre.
Me dejaré guiar como un mendigo
que vuelve de la noche.
El hablará.
Yo le oiré callado.
Pero hoy vive invisible detrás de los árboles,
en el llanto del pino, en la savia
de la parra,
ahora está transparente entre las cañas.
Hoy es olvido.
Pero estará un día esperando por mi
cuando me vaya, más allá de la vida,
más allá de la muerte.
Más allá.
PISAC
En las altas cumbres de Los Andes,
las ruinas de Pisac, y el sol rodando
otra vez
como un ojo de fuego al corazón del hombre.
En el telar del cielo es
como si hoy fuese siempre y la abuela
teje sus gastados colores en la niebla.
Trepa el olor de los maizales por el cerro,
a lo lejos, una quena
irrumpe el aire como un pájaro ciego.
La abuela ilumina su manta con estrellas.
es como si hoy fuese siempre,
las grietas erguidas de las piedras
permanecen severas.
Desde Pisac, el río es una serpiente de plata
hundiéndose en la selva.
No hay razones ni leyendas en Pisac
la noche bajando una vez más al corazón
del hombre.
Y entre las ruinas de las piedras
va borrándose, sin ruido, la sombra de la abuela.
De su libro “ PIEDRA DEL TRUENO “ Primavera del 2002)
CARACOL EN LO HONDO
Atrás quedó el sol enredado
entre las rocas.
Bebí de un trago el silencio del mar.
Colgando de la luz pálida de la luna
que está enterrada
en la arena
bajé a lo hondo del mar como a una herida.
Era un relámpago frío en la penumbra.
Eran todos los ríos del planeta.
Era el corazón gozoso de la Tierra.
Eran todos los árboles
agitando guitarras
en el cielo.
Ligero entre las aves.
Diáfono como el sueño de las Nereidas
en el agua.
Manso como un cordero
que pasta sumiso en la mano del viento.
Misterioso era el mar caracol adentro.
Me hice hijo del mar abriendo
el callado corazón de sal.
RECUERDOS
Los recuerdos estaban o cultos
en el agua
que moja la conciencia.
Como un hacha
enterrada a fuego en mi corazón.
Cicatrices que guardó
el alma húmeda de la piedra.
Como el eco lejano
de las voces
que el río arrastra.
Venían con el viento que llegó con la noche.
En el telar del viento que tejió
presagios
en la rama.
Todo fue tan veloz.
El rostro avergonzado
de la luna.
Los truenos imposibles bajo la noche
estrellada.
Luego vino el silencio.
El humo amarrando las alas de del silencio.
El viento guardó tantas cosas.
POETA ROLANDO CARDENAS
In Memoriam
Te recuerdo , poeta Rolando Cárdenas
en ese atardecer de otoño
cuando las nubes van enrojeciendo
en mi memoria.
Te veo venir desaparecido
y transparente.
Subir
las escaleras de mi casa.
como si este tiempo
fuese también ayer
o mañana
o nunca
para mirar juntos el mar
que no cesa.
Oscurece , ahora,
pero tú iluminas mi vieja memoria.
Rolando Relámpago,
de las tierras australes.
Aquí, entre nosotros,
esta tarde eres uno
y nosotros .
Y pasas. Y te allegas.
Y estás sentado ahí callado junto al fuego.
Y verdaderamente vuelves
Y no mueres.
QUIZAS NO HAY QUE HABLAR DE ESTAS COSAS
Es raro morir.
Es como no morir.
Quizás no hay que hablar de estas cosas.
Pero nadie escucha este silencio.
Y ya viene
Viene desde lejos.
Ahora lo siento venir.
Desde hace mucho tiempo
acercándose
paso a paso.
Creo que nada cambia.
Tanto afán, tanta ansiedad cuando nos
creíamos inmortales .
Cuando creíamos que era importante
crear a alguien que fuéramos nosotros
adentros de nosotros.
Como levantar un aviso en la carretera
o pintar de blanco la cerca de la casa.
Pero cuando escuchamos aquel llamado
maravilloso y perfecto
diciendo quedamente nuestro nombre
sentimos como si el viento
se hubiese calmado.
No se trataba de inventar un nombre
y una historia .
Ni de encender luces o levantar banderas.
No.
Todo estaba dormido adentro de nosotros.
Y ahora despierta.
Y ahora sabe que la vida es eterna.
Que un segundo puede ser un siglo.
Y que un pensamiento o un sueño
pueden ser años y caminos.
Entonces uno sabe que un hombre
es un hombre.
Y que un árbol o un perro
pueden ser libros
o hermanos.
Quizás no debiera hablar de estas cosas.
Pero una piedra,
a esta hora confesional y bendita,
puede transformarse en un espejo
o una carta
que alguien envía desde el cielo.
……….